El presidente del club de fútbol 26 de Febrero de La Palmilla, Fernando Muñoz, ‘Fernan’ para el barrio y los amigos, algunas de las claves del funcionamiento de una de las canteras deportivas más exitosas de la ciudad, cuyos logros se miden tanto en torneos como en prevención del absentismo escolar. ESTE año tres juveniles que ingresaron con seis años en el club 26 de Febrero y han pasado por todas las categorías se están sacando el carnet de monitor deportivo con la intención de hacerse cargo de los menores la próxima temporada. “Que sean de barrio es mejor, hay más contacto, más confianza. Lo que intentamos enseñarle es valores”, habla Fernando Muñoz, presidente de esta entidad deportiva y uno de los líderes vecinales de La Palmilla.
“MENOS el domingo que me levantó a las seis y media, el resto de los días me levanto a las cinco y media de la mañana, y a las seis y cuarto abro el bar -El Bar de Fernan- y me pongo a currar en mi negocio. Todos los días la misma historia. Lo llevo todo a la vez: mi negocio, el club y los niños. Pero aquí soy uno más. Todos estamos a una. Somos iguales. Aquí no ganamos dinero, al contrario, nos cuesta. Antes hacía lo mismo sin que me dijeran presidente. Lo mismo que Ismael Rodríguez, que Juan Gómez, David Ávila y que el anterior presidente, Francisco Linares”. CREADO oficialmente en 1990, el 26 de Febrero tiene la particularidad, única en Málaga, de ser un club que no cobra a los niños ninguna inscripción, matricula, mensualidad ni tampoco la equipación. A cada chaval se le da a comienzo de temporada cien boletos para un sorteo que tienen que vender y así conseguir una bolsa con chándal, abrigo, medias… todo excepto las botas. Y aún con eso, a quien no ha tenido para comprarse unas botas se las han regalado 287 niños entre los 6 y los 18 años repartidos en doce equipos, cada uno con su entrenador, sus delegados y monitores.
“Como no cobramos lo que tenemos es gente implicada del barrio. No es solo deporte. El proyecto ‘El reto de vivir mejor’ consiste en que niños que no van a la escuela no juegan el partido de liga esa semana, entrenar si entrenan, nunca les quitamos el deporte. Y funciona perfectamente. Lo mismo hacemos si les pillamos en moto sin casco -subraya Fernando Muñoz- Antes pensaba que el fútbol era lo más bonito del mundo, pero cuando te metes en esto tan de lleno hay veces que ni ves el partido. Te preocupas por los niños. Lo del fútbol… muy bien, pero ya no podemos salirnos. Nuestro mejor premio es que nos conocen todos los niños, que los que han salido todavía se acuerdan, que hay chavales que siguen viniendo. Notamos su aprecio”.
Vía: El Observador.
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