Apoño no había salido de su círculo natal. El futbolista malagueño ha tenido una carrera llena de obstáculos hasta llegar a la élite. En mayo del 2000, Apoño, con 16 años, jugaba en el equipo más representativo de su barrio de La Palmilla: el
C.D. 26 de febrero. El vínculo que mantiene con el club de sus inicios sigue siendo especial. Es el ídolo de La Palmilla. En sus últimas semanas en el Málaga CF, cuando las cosas no le iban bien por La Rosaleda, el equipo juvenil de su barrio salió al campo con camisetas de ánimo para el mediocentro.
Publicar un comentario